El talento que no se cultiva, se pierde (Tourón, J)

 

Vivimos en un mundo marcado por los constantes cambios. La flexibilidad, la incertidumbre, la volatilidad, la complejidad, la ambigüedad, las cambiantes características sociales, económicas, las nuevas tecnologías, la globalización… Son algunas de las particularidades que encontramos en la conocida como Sociedad del siglo XXI o Sociedad del conocimiento.
Por ende, si la sociedad cambia, nosotros debemos cambiar con ella, debemos adaptarnos a sus condiciones. Es aquí donde entra en juego la escuela, que tiene la función de hacer de su alumnado una población preparada para el mundo en que se desarrolla, capaz de desenvolverse con éxito en cada una de las oportunidades y retos que esta sociedad les ofrece.

Una educación basada en que el educador dé información y el educando memorice, no es una educación adaptada a las necesidades de esta nueva era y, por tanto, no es una educación que proporcione al alumnado las herramientas necesarias para superar con éxito las necesidades del siglo XXI.
Es por eso, que surge una nueva corriente educativa que lucha por contextualizar la educación a la realidad existente y por utilizar la innovación para el desarrollo óptimo del alumnado. Dentro de esta corriente de innovación, existe otra que se centra en el desarrollo del talento en el alumnado. Autores como Javier Tourón o José Antonio Marina, hacen énfasis en la importancia de conocer las capacidades que tiene nuestro alumnado y elevarlas a su máxima potencia para que den respuesta, no sólo a los retos del siglo XXI, sino a aquellos desafíos y necesidades que aún están por venir, que son desconocidos.

“En conclusión: si la escuela no cambia de paradigma dejará de ser útil para lo que debe serlo, que no es sino el desarrollo de los aprendices del siglo XXI que, entre otras cosas, habrán de ser formados para que puedan manejar tecnologías que aún no se han descubierto, para que puedan resolver problemas que aún no se han planteado y para que puedan ser eficaces en profesiones que todavía no existen. Y, en cualquier caso, para que desarrollen su potencial de modo óptimo, que dicho sea de paso es el único modo de que sean felices. Lo que no es un objetivo, precisamente, menor.” (Javier Tourón, 2016)

Este trabajo resume brevemente la importancia de un cambio de paradigma en las escuelas centrándose en el desarrollo de los talentos a partir de la creatividad y utilizando nuevos modelos organizativos para su
desarrollo, con el fin de abrir una pequeña ventana a futuros docentes, como es mi caso, mostrando la importancia de esta, cada vez más actual, tendencia. En definitiva, para intentar concienciar del cambio que nosotros como futuros maestros y maestras debemos aplicar en nuestra docencia, en nuestra aula y en nuestra escuela.

Palabras clave: Educación, Innovación, Creatividad, Talento, Siglo XXI, Organizaciones Ubicuas.

 

La escuela como gimnasio de la creatividad

Empecemos definiendo qué es la creatividad. Hasta no hace mucho, se creía que la creatividad es uno de esos “dones” que se tiene o no se tiene y solía relacionarse con el ámbito del arte. Actualmente, se entiende la creatividad como la capacidad de dar solución a diferentes retos, problemas o necesidades de la vida diaria transformando las ideas que ya tenemos en otras más innovadoras y eficaces.

Si bien es cierto que hay personas cuya creatividad está más desarrollada que la de otros, todos nacemos con esa capacidad lista para ser “activada”. José Antonio Marina, uno de los grandes propulsores de la educación como innovación, creatividad y talento, explica que es necesario trabajar con la creatividad para desarrollarla óptimamente, entrenar los “músculos creativos” y generar una especie de hábito del pensamiento creativo.
En este proceso, son indispensables la escuela y el profesorado, que actuarán como gimnasio y entrenadores, respectivamente, del pensamiento creativo de su alumnado.

¿Pero ocurre esto así? ¿Entrenamos en las escuelas a nuestro alumnado para dar respuesta a los desafíos que les presenta la sociedad a través de la creatividad?
La respuesta es no. Todos hemos leído eso de “la escuela mata la creatividad” y, si miramos a las aulas, podemos observar que es una afirmación completamente cierta. Dentro del aula vemos un sistema de enseñanza-aprendizaje completamente descontextualizado, rutinario e inútil, donde el alumnado no tiene capacidad de elegir qué quiere aprender, cómo quiere aprender o dónde quiere aprender.
La creatividad necesita de la toma de elecciones, de estímulos que pongan en funcionamiento esos músculos, de tiempo para organizar las ideas… y el sistema educativo actual no fomenta ninguna de estas condiciones. Tenemos un sistema educativo no muy dispar al surgido en la sociedad industrial para una sociedad completamente diferente. La educación se centra más en la explicación de un temario teórico que, en ocasiones, poco tiene que ver con la realidad que el alumnado vive y con las curiosidades que éste tiene.
Según Ken Robinson, educador experto en innovación, calidad de enseñanza y creatividad, todo esto da lugar a un alumnado frustrado y poco motivado a arriesgar, a tomar opciones alternativas por miedo al fracaso; poco capacitado para salir de lo que se conoce como zona de confort, aquella zona limitada por lo que conocemos y nos hace sentir seguros.

¿Qué importancia tiene la figura del maestro en la educación de la creatividad y del talento?
La formación del profesorado es, actualmente, una pieza fundamental en este puzle. Nos encontramos, como hemos comentado anteriormente, en un momento en el que la escuela necesita sufrir un cambio de paradigma y es principalmente el profesorado, quien debe dar ese empujón a la escuela para llevarla al terreno donde, actualmente, debe estar: la formación para el siglo XXI.
Dejando a un lado las cualidades personales que un docente debe tener (vocación, ganas de innovar, creatividad, etc.), debemos adquirir también una formación en los temas que actualmente suponen un reto en la educación, como es, en este caso, el desarrollo de la creatividad y, a través de ésta, del talento.
Un docente no puede fomentar el talento de un alumno si no sabe identificarlo. No puede desarrollar sus cualidades si no sabe reconocerlas. Según Cesar Bona, maestro que aboga por la innovación en el aula, la principal tarea de un maestro es precisamente esa: descubrir y sacar el talento especial de cada niño.
Los maestros debemos adaptarnos a los niños, no al revés y, para ello, debemos conocer sus capacidades, sus intereses, sus cualidades…
Un maestro tiene que ser ejemplo. Estar motivado para motivar. Ser creativo para desarrollar la creatividad. Poner en marcha su talento para fomentar el talento de su alumnado.

“Hay que motivarles y estimular su creatividad para que hagan que este mundo sea mejor. Los niños no son solo los adultos del mañana: son habitantes del presente. Subestimamos constantemente a los niños y su creatividad, pero todos tienen un talento; solo hay que saber abrir la puerta para que lo saquen. Y ahí es donde intervenimos los maestros, viendo lo que los demás son incapaces de ver” (César Bona, 2016)

 

La educación del talento

Como hicimos en el apartado anterior, comencemos definiendo el talento. Se entiende el talento como la capacidad que tiene el ser humano de utilizar la inteligencia y sus cualidades individuales de forma óptima para alcanzar nuestros objetivos y responder a los retos que se nos presentan.
José Antonio Marina (2016), define el talento como la “inteligencia triunfante.” Este mismo autor explica que en la Sociedad del Conocimiento la principal riqueza no es el capital o los territorios, sino el talento. Y, por tanto, la principal misión del sistema educativo debe ser “generar talento y gestionar el talento.”
El talento se genera poniendo en marcha las dos inteligencias del ser humano: la generadora y la ejecutiva.
La inteligencia generadora es aquella que da respuesta a los diferentes problemas que nos encontramos. Esta inteligencia tiene la capacidad de observar el mundo, aceptando la idea de que todo lo que vemos es modificable. Se encarga, además, de controlar habilidades como la motivación, la creatividad, etc.
Es por esto, que la escuela debe potenciarla, haciendo del entorno de los niños un lugar para la crítica, la reflexión o la seguridad en uno mismo.
Por otro lado, nos encontramos con la inteligencia ejecutiva que se encarga de analizar esas respuestas que la otra inteligencia ha generado y estudiar su validez o viabilidad.
Esta inteligencia es la que motiva a la inteligencia generadora a alcanzar su máxima eficacia, pues las ideas que no son válidas, las “devuelve” a la inteligencia generadora para que las mejore.
Además, la inteligencia generadora es la parte fundamental del talento, la que completa su proceso, ya que es la que se encarga de aplicar las ideas en la realidad, desde su planificación hasta que la idea se vuelve real y palpable.
Esta es la diferencia fundamental entre la creatividad y el talento. La creatividad está directamente relacionada con la inteligencia generadora, mientras que el talento lo está con la inteligencia ejecutiva, de manera que, la creatividad es quien genera las ideas y respuestas a los problemas y el talento quien analiza esas ideas y las lleva a la práctica.

Pero, ¿cómo podemos educar en el talento?
No existe una serie de pautas a seguir para desarrollar el talento de nuestro alumnado, ni una metodología que usar o un tiempo que dedicar. La respuesta a esta pregunta es simple y a la vez compleja: identificando las cualidades de cada niño, los estímulos que necesita, qué tiempo hay que dedicarle; cada niño es un individuo diferente con un talento diferente y, por tanto, las formas de trabajar su talento serán diferentes.

Lo que sí debemos tener claro, como afirma Tourón (2015) es que “si el talento se entiende como potencial que se transforma en competencia, está claro que una escuela basada en la edad, como la que conocemos, en la que se apela a una talla única para todos, donde el currículo tiene un mismo nivel de reto, independientemente de la capacidad del que aprende, no puede responder de manera adecuada al desarrollo del talento, o mejor dicho, a la proyección de la capacidad en los diversos dominios que componen los saberes curriculares.”

 

Organizaciones ubicuas: una estrategia para la Educación del siglo XXI

Las organizaciones ubicuas hacen referencia a la posibilidad de trabajar o aprender en cualquier momento y desde cualquier sitio.
El término fue introducido por Mark Weiser en 1988, pero no adquirió cierto reconocimiento hasta 1991, cuando se empezó a hablar sobre la sociedad del siglo XXI.
Las organizaciones ubicuas se basan en dos premisas fundamentales: trabajar es una actividad, no un lugar y las organizaciones son un lugar abierto.

De la misma forma, ocurre con el aprendizaje ubicuo. El aprendizaje ubicuo, además de darse donde y cuando queramos, es aquel que se puede extender a todos los aspectos de nuestra vida, no sólo a la escuela, es decir, aprendemos en nuestro entorno, con nuestro entorno, de nuestro entorno y desde nuestro entorno.
Es una herramienta útil para trabajar desde la individualización de la enseñanza, ya que permite adaptar el acceso a la información a los ritmos y necesidades del alumnado.
Al ofrecer un acceso libre a los contenidos, cada alumno tiene la oportunidad de partir de sus ideas previas y dedicar el tiempo que le sea necesario a cada uno de los contenidos, dando pie, también, a que se forme más en aquello que le interesa y, en consecuencia, ayudándolo a desarrollar su talento.
Las características que debe tener un aprendizaje ubicuo son:
a) Permanencia. El aprendizaje se recuerda día a día, no se pierde u olvida.
b) Accesibilidad. El alumno puede acceder a la información desde cualquier lugar.
c) Inmediatez. De la misma forma, pueden acceder a la información en cualquier momento.
d) Interactividad. Interaccionan no sólo con medios TICs, sino que da lugar a interactuar con otros compañeros, profesores, etc.
e) Adaptabilidad. La información que obtienen es correcta: del modo correcto, en el tiempo correcto y en el lugar correcto, adaptado a la manera de aprender del estudiante.

Referidas al aprendizaje ubicuo y a la escuela como organización ubicua, surgen diferentes estrategias educativas. A continuación, se mostrarán tres de las que, actualmente, más se están poniendo en práctica:
Flipped learning o aprendizaje inverso
El flipped learning propone trabajar la parte relacionada con la información fuera del aula y trabajar en esta aquello que está más relacionado con la práctica.
De esta forma, el tiempo en el aula se deshace de la sobrecarga de contenidos y facilita la participación del alumnado, dando lugar a un aprendizaje activo.
Este modelo consiste en compartir la información referente a los contenidos de forma digital, de manera que el alumnado pueda acceder cuando y donde crea oportuno a la información y tantas veces como le sea necesario.
Con las clases magistrales ocurre que no se respetan los ritmos de cada alumno o no se tienen en cuenta los intereses o ideas previas de cada uno, dando lugar a que, algunas veces, no comprendan lo que se ha explicado cuando se da por finalizado el tema y se pasa a otro contenido y, otras veces, lo entienden demasiado pronto o ya lo conocían y les resulta repetitiva y aburrida la información.
De esta forma, se les da la oportunidad de acceder a materiales que no entendieron o de, por el contrario, no acceder a aquellos que ya conocen, respondiendo directamente a sus necesidades.
Resultados del Flipped learning
Los resultados aún son escasos por el poco tiempo que esta estrategia lleva utilizándose. Sin embargo, el aumento de profesionales que se unen a este método aumenta indiscutiblemente y los resultados que estos comentan son, sin lugar a dudas, positivos.
La oportunidad de acceder al contenido con total libertad de organización espaciotemporal, hace que el rendimiento académico del alumnado mejore considerablemente.
En un estudio que se realizó entre 453 maestros que aplicaban este método, se obtuvieron los siguientes resultados:
– El 67% notó un aumento en las calificaciones de su alumnado.
– El 80%, una mejora en la actitud de su alumnado respecto a su propio aprendizaje.
– El 99% aseguró que lo volvería a utilizar el año siguiente.
Aprendizaje adaptativo
El aprendizaje adaptativo se refiere a la adaptación total de los contenidos y las formas de enseñanza a la forma de aprender de cada alumno.
Este método se basa en estudiar el aprendizaje del alumnado, así como, las interacciones que éste tiene con el sistema. Para ello se analizan los datos generados en las interacciones que hace con vídeos, juegos, etc. que realiza mediante las TICs para evaluar lo que el alumno sabe y lo que el alumno necesita saber.
De la misma forma que en el sistema anterior, el alumno accede a la información cómo, cuándo y dónde quiere, atendiendo a sus propias necesidades y capacidades.
Mobile learning o m-learning
El m-learning es el conocido como aprendizaje de bolsillo. Es un modelo educativo basado en el uso de las tecnologías y dispositivos móviles, que facilita una autonomía y ubicuidad en el aprendizaje del alumnado, guiando, construyendo y resolviendo su propio progreso.
El modelo m-learning es ubicuo, flexible, portátil, inmediato, accesible, motivante, activo y personal y necesita de conexión a Internet, acceso a las APP, pantalla táctil y conexiones a servicios como el GPS.
Dentro del propio m-learning aparecen estrategias como el uso de las redes sociales o la realidad aumentada.
En un estudio realizado por Pisanty, A., Enríquez, L., Chaos-Cador, L. & García, M. sobre el uso del m-learning en alumnos de Física, obtuvieron los siguientes resultados:
– Aumento en la creatividad del alumnado.
– Aumento del 30% en el compromiso del alumnado.
– Aumento del 45% en el manejo de herramientas computacionales.
– 57% del alumnado califica el modelo como “bueno” y el 43% restante como “excelente”.
– 28% no considera que sea un modelo flexible, mientras que el 72% restante opina que sí.
– 100% del alumnado considera que se cumplieron los objetivos de su aplicación.
– 72% valora positivamente la incorporación de las TICs para resolver problemas del entorno.
(*) Algunos recursos para utilizar en el desarrollo del aprendizaje ubicuo son: KhanAcademy, LearnZillion, Knewton, Thinkwell o EduMóvil.

 

Conclusión

La escuela necesita un cambio de paradigma: de una escuela tradicional centrada en la transmisión y recepción de información a una que se adapte a las necesidades del siglo XXI.
Como medio para dar respuesta a esas necesidades, la escuela debe desarrollar en el alumnado una serie de cualidades como el espíritu emprendedor, la crítica, la reflexión, la creatividad o el talento, en el cual se centraba este trabajo.
El talento es una de las formas que tiene el ser humano de dar respuesta de forma creativo y eficaz a los retos que esta sociedad presenta y es, por eso, que debemos desarrollarlo.
Para desarrollar esta cualidad debemos individualizar la enseñanza: identificar en cada alumno las cualidades, las necesidades, los ritmos… Para así, utilizando esta información, poder entrenar su talento.
De las muchas tendencias que actualmente surgen dentro de la conocida como educación innovadora o educación del siglo XXI, están las relacionadas con el aprendizaje ubicuo que fomentan, entre otras cosas, la individualización de la enseñanza y, por tanto, el desarrollo de las cualidades anteriormente citadas.
No son pocas las metodologías que están surgiendo en este ámbito, aunque hemos centrado el trabajo en las tres que, actualmente, ocupan mayor espacio en el terreno de la innovación: el flipped learning, el aprendizaje adaptativo y el m-learning.

Podemos concluir, después de lo visto, que como futuros docentes tenemos en nuestra mano la llave para abrir a nuestro alumnado la puerta hacia las herramientas necesarias para desenvolverse en el futuro incierto y líquido que les aguarda; para dar ese vuelco que la educación necesita desde dentro, desde nuestra propia aula.

 

¿Qué es la educación para mí?

No quería despedir el blog sin hacer una última reflexión, basada en todo lo que hemos visto durante la asignatura y en lo que, por mi cuenta, he investigado sobre la educación del siglo XXI, el desarrollo del talento, el fomento de la creatividad, la innovación, etc.

Y esa reflexión, se resume en una sola cuestión: ¿qué es la educación para mí? 

Comenzaré explicando qué no es educar: educar no es dar información sin una finalidad, educar no es evaluar en el alumnado solamente una serie de contenidos teóricos, educar no es usar un método similar al surgido en la revolución industrial en niños que poco tienen que ver con los de aquel entonces, educar no es inflexibilidad, autoridad y disciplina, educar no es enseñar unos contenidos descontextualizados.

Curiosamente, y no por fortuna, se asemeja bastante a lo que vemos en una gran parte de las escuelas de hoy día. Afortunadamente, esta situación está sufriendo un cambio, poco a poco, y cada vez son más los docentes que educan.

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¿Y qué es eso de educar? Educar es adaptarse al alumnado y a sus necesidades, formar a personas que sean capaces de valerse en el entorno que les rodea, que sean autónomos, creativos, emprendedores…  Es dar herramientas, no sólo conceptuales, sino emocionales, actitudinales y procedimentales a nuestro alumnado. Educar es conseguir que nuestro alumnado desarrolle hasta el máximo sus cualidades personales.

Esta reflexión creo que sería un buen micro-mini-breve resumen de lo que he aprendido en la asignatura durante el cuatrimestre: la importancia que tenemos los docentes de cambiar la educación y adaptarla a las necesidades actuales del mundo y, en consecuencia, del alumnado.

 

«Educar es formar personas aptas para gobernarse a sí mismas, no para ser gobernadas por otros» (Spencer, H)

«Para educar no hay que llenar un balde, sino encender una llama» (Butler Yeats, W)

«Educar es elevar al hombre al nivel de su tiempo» (Martí, J)

«Educar no es enseñar al hombre a saber, sino a hacer» (Nightingale, F)

Llegamos al final…

Pues «acabó» la asignatura.

El lunes tuvimos nuestra evaluación las componentes del CEIP Adriano del Valle, entre ellas yo. He de decir que fue una de las evaluaciones que he tenido que más me ha gustado. Me sentí cómoda y tranquila y me pareció de lo más significativa puesto que era tanto grupal como individualizada y no sólo se preguntaba por contenidos teóricos, sino sobre nuestras reflexiones, sentimientos, etc. acerca de la asignatura.

También me pareció genial que Lola nos preguntase por propuestas de mejora de la asignatura y de su actividad docente; pienso que es importante que los docentes sean también evaluados para así poder mejorar su trabajo.

Pero aquí no acaba todo. Aún queda la posibilidad de que Lola nos sorprenda por la wiki y nos mande más tareilla. Y, por otro lado, en mi caso queda por hacer el trabajo de Altas Calificaciones.

A ver cómo se va dando la cosa. De momento, me estoy recorriendo todo Internet buscando bibliografía…

¡Allá vamos!

 

Llegó el momento de evaluar…

 

La sesión de hoy (la última, por cierto) ha consistido en autoevaluarnos. Odio evaluar, en general, y si es a mí, más aún pero bueno…

La primera rúbrica que os dejo por aquí está realizada por mí, según los objetivos que creo haber cumplido, es decir, no hablo de Mendeley, por ejemplo, puesto que no he trabajado con él ya que no formaba parte de mi rol.

Las otras dos son en relación a un ejemplo que Lola nos ha dejado, aunque también elegíamos los puntos que nosotros viéramos oportunos.

Os las adjunto para que así, sirvan también como ejemplos de rúbricas para quien las necesite en un futuro.

Rúbrica con objetivos propios

PUNTUACIÓN 1 2 3 4 5
OBJETIVOS
Asistencia a clase X
Participación en el aula X
Implicación y compromiso con la asignatura X
Implicación con el desarrollo de la wiki X
Dedicación con el diario X
Progreso con respecto a las tecnologías X

 

Desarrollo de mis roles: estrella y administrador X
Implicación en las actividades grupales X
Búsqueda activa de materiales para el desarrollo de la asignatura X
Reflexión a nivel personal sobre mi desarrollo como docente a través de lo visto en la asignatura X
Implicación en las redes sociales X
Ayuda y compromiso con mi grupo de trabajo X
Interés e investigación sobre los métodos, dinámicas, etc. Utilizadas en la asignatura
Alcance de los objetivos propuestos diariamente y en cada reto X
Diseño e implicación con el proyecto creativo X
Comprender los objetivos de la asignatura X
Interés por investigar más allá de lo visto en el aula sobre los temas tratados: docencia del siglo XXI, sociedad del conocimiento, etc. X
Utilización de métodos “innovadores” de presentación en el aula: prezi, emaze, powtoon… X
Utilización de ideas propias y de imágenes o citas en los trabajos realizados para dar individualidad y personalización al mismo X
Ayuda y colaboración con compañeros externos a mi grupo de trabajo, de otros CEIPs X

Rúbrica de evaluación global

OBJETIVO DESARROLLO PUNTUACIÓN
Asistencia He asistido aproximadamente a un 90% de las clases, habiendo faltado solamente a 2 clases. 10/10
WIKI-EntornosOCE Mi implicación en la Wiki ha sido del 100%, habiendo tenido que tirar en ciertos momentos de ella aun no siendo parte de mi rol.

He tomado la iniciativa a veces sobre cómo llevarla y he intentado darle la mayor identidad y personalización posible.

Aun así, no hemos conseguido una Wiki de 10 desde mi punto de vista.

9/10
Diario Pienso que he desarrollado mi diario de una manera correcta, no limitándome a las actividades realizadas en la asignatura sino dando mi opinión y aportando mis reflexiones sobre esta. Además, pienso que he conseguido los objetivos que con ella se planteaban. No obstante, si lo comparo con los diarios de otros compañeros, no es el mejor diario que he visto. 8/10

Rúbrica de evaluación específica

OBJETIVO DESARROLLO PUNTUACIÓN
Alfabetización informacional y digital Pienso que a nivel digital mi avance ha sido brutal. Pasé de no saber desenvolverme con las tecnologías a sentirme mucho más cómoda y segura frente a cualquier instrumento digital. Por otro lado, a nivel informacional el objetivo principal era entender la importancia del manejo y el acceso a diferentes informaciones para desarrollar nuestro trabajo y pienso que en ese punto he conseguido también los objetivos pues he sabido localizar información, sintetizarla y, en numerosas ocasiones, compartirla e intercambiarla con mis compañeros. 9/10
Colaboración He colaborado activamente tanto en mi grupo como en la WIKI general, aportando nuevas ideas, informaciones, etc. A todos mis compañeros. 10/10
Preparación para el éxito Una de las acciones de la asignatura con nosotros era formarnos como futuros docentes dándonos las herramientas que nos ayudarán a realizar nuestra labor con éxito: las dinámicas, los tipos de evaluación, las metodologías, el uso de las TICs…

En este sentido pienso que la formación recibida es de vital importancia en mi desarrollo como maestra y, sin duda, formará parte de mi “maletín del buen docente”

10/10
Aprendizaje auto-dirigido A pesar de que probablemente esto es lo que peor llevaba de la asignatura, la “falta de normas o de instrucciones” y que hacía las cosas un poco automatizadas: Lola lo manda, yo lo hago; no tardé mucho en hacer click y poner en contacto las tareas o los contenidos que veíamos en clase con las utilidades que tenían en mi futuro y los objetivos que en realidad escondían.

Además, he sabido organizarme con respecto al tiempo para llevar las cosas más o menos al día y poder responder con mayor rapidez a las necesidades o los retos que cada día encontrábamos en clase.

10/10
Auto-reflexión Aquí sí que sí me tengo que poner un 10 porque vaya tela la de vueltas que le he dado a la cabeza con la asignatura… Esta asignatura me ha hecho reflexionar de una forma que, sinceramente al principio, no creía.

Sobre qué quieren los niños, cómo debemos enseñar, qué capacidades debo mejorar o desarrollar como maestra, qué tipos de escuelas hay y con cuál siento más afinidad…

10/10
Co-aprendizaje. Retroalimentación Refiriéndome solamente a mi grupo de trabajo, lo he dado todo. Me he esforzado en que tirásemos adelante con la wiki, con las presentaciones… He organizado, dado ideas, modificado cosas, etc.

Y con la clase, en general, también he sentido ese intercambio de información. He intentado ayudar cada vez que alguien tenía una duda y también he acudido a ellos para que me ayudasen, siendo esta retroalimentación, de vital importancia para mi desarrollo durante la asignatura.

10/10
La comunicación oral También pienso que he sabido comunicar en los intercambios la información que mi grupo había trabajado de manera clara y lo más dinámica posible y he participado también cuando se han creado debates, se han hecho preguntas, etc. 10/10

La evaluación es el motor del aprendizaje ya que de ella depende tanto qué y cómo se enseña, como el qué y cómo se aprende. (Santos Guerra, M.A.)

 

 

 

Estableciendo los objetivos…

Diez necesidades, diez objetivos y diez soluciones creativas. En eso consiste, muy resumidamente, nuestro reto 2.

En esta última fase de la asignatura soy administradora (dejé atrás mi rol de estrella, no sé si os lo comenté) y me ha tocado buscar, seguir buscando, leer, releer, establecer objetivos, borrarlos y volver a empezar… Pero ya están todos los objetivos más que listos y ya estamos trabajando en las actividades que vamos a proponer para dar solución a las necesidades que cada uno de esos objetivos lleva detrás.

A continuación os explicaré los tres problemas que nosotros hemos podido decidir, pues los otros 7 fueron establecidos por Lola:

El primer problema lo elegimos en base a una necesidad real de nuestro centro y, después de investigar en el propio cole con profesores y alumnos, descubrí que uno de los mayores problemas que tiene nuestro alumnado es la comunicación con su familia. Ya sabéis que viven en un entorno algo complicado y que, el que más y el que menos, tiene alguna situación familiar no muy fácil. Para este problema, el objetivo que establecí fue promover la comunicación del alumnado con su familia, dando a ambos, herramientas para llevar dicho proceso adecuadamente. ¿Por qué este objetivo? Porque comprobé, hablando con ellos, que la mayoría de problemas de comunicación que tienen se da por una falta de herramientas para llevar la comunicación de forma correcta. Es por eso que vimos importante trabajar con el alumnado una serie de herramientas, actitudes o criterios para mejorar este proceso.

Por otro lado, elegimos un problema de entre los trabajados en los objetivos del milenio, que en nuestro caso ha sido la igualdad. Teniendo en cuenta la multiculturalidad de nuestro centro, establecimos como objetivo el siguiente: conocer la desigualdad que hay entre hombres y mujeres en esta y otras culturas, así como, sus causas, sus consecuencias y herramientas de actuación para cambiar esta situación.

Y, por último, un problema extraído del plan educativo de nuestro centro: poco hábito de lectura. Para esto, establecimos como objetivo despertar y aumentar el interés del alumnado por la lectura y lograr que la mayoría del alumnado descubra la lectura como un elemento de disfrute personal. Elegimos este objetivo porque creíamos que la falta de motivación por la lectura se debía a que no se considera algo de vital importancia en su seno familiar y debíamos suplir esa falta desde la escuela.

Objetivos

Dando soluciones a partir de la creatividad

Esa es la idea principal de un proyecto creativo, dar respuesta a necesidades y retos poniendo en juego como arma principal la creatividad.

«Un proyecto creativo es una OPORTUNIDAD para concretar un problema y darle soluciones proyectando la imaginación»

«Es una OPORTUNIDAD para llevar a la práctica y a la realidad los deseos, sueños, intereses que tenemos y que, por distintos motivos, no nos animamos a concretar, así como, un entrenamiento para el despliegue de nuestra capacidad creadora que suele estar latente o dormida»

Las fases de las que consta un proyecto educativo son las mismas que las de cualquier proyecto: diagnóstico e identificación de problemas, planificación, aplicación del proyecto y seguimiento de la misma y, por último, evaluación de todas las etapas anteriores.

La diferencia con un proyecto normal está en los procesos mentales y competencias que ponemos que ponemos en funcionamiento para desarrollarlo, formando parte de un proyecto creativo la creatividad, la motivación, el pensamiento crítico, la capacidad de trabajo en grupo, la innovación, la persistencia, la toma de riesgos, etc.

Por esta razón, utilizamos esta manera de desarrollar un proyecto que dé soluciones a las 10 necesidades encontradas en la escuela en la que nos movemos; para provocar en el alumnado una respuesta efectiva y, por ende, una mejora de su aprendizaje.

40-formas-de-ser-creativo

«La creatividad y la simplificación de complementan enormemente. Es preciso hallar nuevas formas alternativas de hacer las cosas. Este pensamiento de diseño exige creatividad» (De Bono, E)
«Creatividad es ser un descubridor permanente de nuevos problemas» (Cornejo, M)
«El futuro es incierto…Pero esta incertidumbre está en el corazón mismo de la creatividad humana» (Prigogine, I)

 

Adiós seño Patri. ¡Hola directora!

Fábula de una directora feliz como una perdiz

Nervios, ganas, ideas, motivación, algo de miedo… Así comenzó mi primer día como directora del Adriano del Valle. Llevo casi toda una vida dedicada en cuerpo y alma a este cole, a mi cole: ¡ya van 12 años formando parte de él! Pero hoy comenzaba una nueva etapa: la seño Patri ahora también es la directora Patri. Sigo dando mi asignatura de Matemáticas pero ahora también debo dedicarme a gestionar el centro y a dar la cara por mi alumnado y por la gran familia que forma el cuerpo docente.

Os cuento cómo fue mi primer día:

Llegué al cole y allí estaban mis alumnos de sexto para decirme «seño, ahora nos vas a echar más broncas todavía». Fui su tutora hasta este curso, así que ya se habían comido más de una buena bronca…

Cuando los niños dejaron las bromas sobre mi nuevo cargo, entré en el despacho y María José, la jefa de estudios, y Carlos, el secretario, estaban esperando para darme la bienvenida con un buen café y ponerme un poco al día. Empezaba el curso así que tocaba hacer mil reuniones para organizar todo: con los niños para ver qué propuestas tenían para este nuevo año, con los padres para comentar las novedades y escuchar también sus propuestas, con los profes para comenzar a coordinar tutorías…

Tuve 15 minutillos libres así que me puse a repasar cuáles serían mis funciones en esta nueva etapa: gestionar, ser portavoz, pelear por los intereses del alumnado, supervisar que se cumplen las normas, etc.

Después comencé a organizar las reuniones que teníamos pendientes y a formalizar toda la documentación necesaria. Y así, entre papel y papel, calendario y calendario, pasaron unas horas.

Ay… ¡qué cansado es esto de ser la directora!. Espero que sólo sea el primer día… -pensaba- Y encima a última hora me tocaba dar clase de Matemáticas con los más peques…

Pero no. Fue así un día, un mes, un año… Estaba todo el día para arriba y para abajo, dando clase, recibiendo llamadas, gestionando visitas, rellenando papeles… Los compañeros hasta me regalaron unos patines para que fuera más rápido por el cole ¡Qué graciosos ellos, oye!

En fin, os dejo aquí el regalo que me hizo una de mis alumnas de sexto para coger el año con alegríavuelta-al-cole-01

 

10 objetivos, 10 soluciones creativas

¿Qué es el reto 2?
En el reto 1 respondimos a la cuestión: ¿cómo deberían ser los CEIP en la actualidad? Para ello, indagamos en el contexto en el que cada uno de nuestros centros se desarrollaba y, con esto, en qué compromisos tenía el centro para dar a su alumnado las herramientas necesarias para adaptarse al mundo en el que viven, perteneciente en el siglo XXI.

Con la respuesta a esta cuestión, partimos hacia el reto 2 que consiste en elaborar un proyecto creativo en el que demos respuesta a esos compromisos que vimos que nuestra escuela tenía con su alumnado y con su contexto. Tenemos dos líneas para centrarnos; la de la ética y la convivencia o la del desarrollo tecnológico. Dadas las necesidades de nuestro alumnado, que vive en un contexto de desigualdad, multiculturalidad, etc. tomaremos la línea referente al fomento de la convivencia y la ética.

Como administradora, mi función con el reto 2 hasta el momento ha sido investigar sobre los Objetivos del Milenio, que son una serie de propósitos establecidos por la ONU para dar respuesta a problemas a nivel mundial que existen en la vida diaria y que son considerados de gran importancia. En estos objetivos basaremos parte de nuestro proyecto creativo.
Por otro lado, investigué y establecí una serie de objetivos específicos para aplicar en nuestro centro en varios ámbitos: convivencia, plurilingüismo…

¿Dónde me encuentro, dentro del reto 2, como administradora y cómo puedo ayudar?
Estoy en el punto de objetivos pues, como he comentado, es en lo que actualmente estoy trabajando.
Mi aportación para terminar este reto es terminar los 10 objetivos de nuestro proyecto educativo y, una vez cubierto este punto, buscar metodologías para llevar a cabo nuestros objetivos.
Para completar los objetivos, la próxima semana investigaré sobre qué necesidades tiene el alumnado para poder dedicar el décimo objetivo a éstas.

¿Cuál es el siguiente aprendizaje para lograr el reto?
El siguiente paso es la puesta en común con mi grupo de las necesidades que he localizado en nuestro colegio, que son: comunicación alumnado-familia, interculturalidad y fomento de la lectura; y de los objetivos que propongo para cubrir estas necesidades. También nuestra exploradora nos informará sobre lo analizado en la última sesión, que también es de vital importancia para nuestro plan educativo.

Esperemos que los objetivos las convenzan y que empecemos sobre ellos a construir nuestro proyecto. ¡Poquito a poquito!

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«La educación no es la respuesta a la pregunta, es el medio para encontrar la respuesta a todas las preguntas» (W. Allin)

Y con esta frase me despido, esperemos encontrar las herramientas para responder a las necesidades de nuestro alumnado.

 

Planificar: una oportunidad para mejorar

«Cada vez que usted planea, se arriesga, fracasa, revalúa o hace ajustes, está disponiendo de otra oportunidad para volver a empezar, sólo que en mejores condiciones que la primera vez» (Franklin, B)

Primero, debemos saber en qué consiste planificar: la planificación es un proceso por el cual se establece qué se quiere hacer, para qué y por qué queremos hacerlo, cuánto queremos abarcar, dónde y cómo va a realizarse y, por último, a quién va dirigido el proyecto, así como, quién va a llevarlo a cabo y con qué recursos.

No obstante, el diseño completo de un proyecto consta de cuatro subprocesos, entre los cuales está la planificación: el diagnóstico, la planificación, la aplicación y la evaluación y revisión de los resultados.

A su vez, dentro de cada uno de ellos hay una serie de temas a trabajar. En este caso, centrándonos en la planificación, hablamos de los objetivos generales y específicos, las metodologías, estrategias y tareas, el tiempo y ubicación y los recursos.

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